Semana 3 de Setiembre
Lunes
En en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
Escuchemos lo que San Vicente nos dice sobre Clichy, su parroquia:
''Tenia un pueblo tan bueno y tan obediente para hacer cuanto le mandaba que, cuando les dije que había que venir a confesarse los primeros domingos de mes, no fallaban. Venían y se confesaban, y yo veía día a día el progreso que hacían estas almas. Ello me producía tal consuelo, y me sentía tan contento que me decía a mí mismo: 'Dios mío, ¡qué feliz eres teniendo un pueblo tan bueno!'. Y añadía: 'Pienso que el Papa no es tan feliz coma un párroco en medio de un pueblo de tan buen corazón' "[1]
[1] SV IX, 646, 27 de julio de 1653;
Comb. 426.
Todos juntos rezamos:
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
Jaculatoria: “Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”
Caridad y Misión - Misión y Caridad
Martes
En en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
Escuchemos lo que San Vicente nos dice:
"Me puse en oración para pedir a la divina bondad que tuviera a bien librar a este enfermo de este peligro, y me ofrecí a Dios en espíritu de penitencia para sobrellevar en mí mismo, si no las mismas penas, al menos tales efectos de su justicia que tuviera a bien hacerme sufrir.
Dios libró por completo al enfermo de su tentación, devolvió la calma a su espíritu, y esclareció su fe oscurecida y turbada [...]. Pero al mismo tiempo Dios permitió que esta misma tentación pasara a mi espíritu, que se vía desde entonces vivamente asaltado".
Todos juntos rezamos:
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
Jaculatoria: “Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”
Caridad y Misión - Misión y Caridad
Miércoles
En en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
Escuchemos lo que San Vicente nos dice en Folleville:
''para ir a confesar a un pobre hombre gravemente enfermo, que gozaba de la reputación de ser el mayor hombre de bien, o al menos uno de los mayores hombres de bien de su pueblo. Se vio no obstante que estaba cargado de pecados que nunca se había atrevido a declarar en confesión según confesó él mismo en voz alta después, en presencia de la Señora generala de las galeras, diciéndole: 'Señora, yo estaba condenado si no hubiera hecho una confesión general por razón de los graves pecados que no me había atrevido a confesar'.
Todos juntos rezamos:
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
Jaculatoria: “Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”
Caridad y Misión - Misión y Caridad
Jueves
En en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
Escuchemos lo que San Vicente nos dice en Chatillon:
"un domingo, cuando me revestía para decir la santa Misa, me vinieron a decir que, en una casa apartada de las demás, a un cuarto de legua de allí, todo el mundo estaba enfermo, sin que quedara una sola persona para asistir a las demás... Esto me impresiono sensiblemente el corazón. No dejé de recomendarles en la homilía con afecto, y Dios, tocando el corazón de los que me escuchaban, hizo que se sintieran todos movidos a compasión hacia estos pobres afligidos.
Todos juntos rezamos:
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
Jaculatoria: “Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”
Caridad y Misión - Misión y Caridad
Viernes
En en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
Escuchemos lo que San Vicente nos dice:
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"El pobre pueblo se condena por no saber las cosas necesarias para la salvación y por no confesarse"[1].
"Trabajar por la salvación de la pobre gente de los campos, ahí está el capital de nuestra vocación, y todo lo demás es accesorio. [... ] Es expresar la vocación de Jesucristo [...]. Lo principal de Nuestro Señor era trabajar por los pobres.
Nuestro Señor está. en los pobres.
Sirviendo a los pobres, se sirve a Jesucristo"[2].
Todos juntos rezamos:
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